jueves, 4 de febrero de 2010

Noche nostálgica

Aun cuando mi vida ya fuera grandiosa, que podría ser hacer yo sin alguien como tu, tan bella y hermosa.

Mas de una vez nos hemos visto y aun así no encuentro la forma de decir cuánto te necesito.

Dime que es lo que tienes, dime de qué planeta eres, dime como haces para ser tan especial, dime porque ríes, porque lloras cuando en lo más profundo estas de mi corazón.

Cuando hablas y murmuras, creas un alguien sin igual, alguien con quien puedo platicar y reír hasta morir, morir y renacer, todo al mismo tiempo junto a ti, por siempre junto a ti estaré, siempre que quieras, a tu lado estaré.

Todo adquiere en mi boca un sabor persistente de lagrimas; el manjar cotidiano, la trova y hasta la plegaria.

No tengo otro oficio después del callado de amarte, que este oficio de lagrimas, duro, que tu me dejaste.

Ojos apretados de calientes lagrimas!, boca atribulada y convulsa, en que todo se hace plegaria!.

Tengo vergüenza de vivir de esto modo cobarde…. Ni voy en tu busca, ni consigo tampoco olvidarte.

Un remordimiento me sangra de mirar un cielo que no ven tus ojos, de palpar las rosas que sustenta la cal de tus huesos.

Carne de miseria, gajo vergonzante, muerto de fatiga, que no baja más a dormir a tu lado, que se aprieta, trémulo, al impuro pezón de la visa.


No hay comentarios: